El último recuerdo que tengo de él es de una noche un tanto borrosa. Bebimos hasta más no poder, fumamos más que nunca y nos quisimos más que siempre.
Supongo que cuando dejas todo de golpe es normal que de vez en cuando pequeños recuerdos te inunden la mente. Quizás sea porque he crecido junto a ti, quizás porque no imaginaba poder vivir sin ti, quizás porque en el fondo nunca aceptaré que esta historia tenga un punto y final. Jamás. Acepto todos los punto suspensivos que quieras... incluso puntos aparte. Pero no me pidas nunca que renuncie a ti. Después de tantos años, mi imaginativa cabeza y yo teníamos una serie de planes contigo.
Con todo lo que me quejaba... si supieras las cosas que me he encontrado por el camino... bueno, si supieras todas las cosas que me he encontrado por el camino probablemente no me volverías a mirar a la cara... pero yo sueño con que en lugar de eso, vendrías, me abrazarías como solías hacer y me dirías un cariñoso: ¡Ay Mery! ... ¿por qué fuiste tan tonta? a ver... si nadie más te va a querer como yo, aceptalo, es un hecho... ¿de verdad creías que me olvidarías tan fácilmente?. Entonces yo, por primera te reconocería todas las veces en las que intenté buscarte en otros brazos, para que vieras hasta que punto aún así, después de tanto buscar, no te he sabido encontrar en nadie más. Que mala suerte que en la única ocasión en la que no fui capaz de sustituirte por nadie, me entrara el remordimiento. Intento consolarme a mi misma haciendome creer que esta vez, habiendo prometido esperar, él solo fue una forma más divertida de esperarte; pero no, me ilusioné. En esta ocasión incluso dejé de pensar en ti, olvidé lo que sentía por ti, o mejor, lo escondí en alguna superficie lo suficientemente sólida como para poder aguantar tanto dolor. Así pues, tras haber reconocido esto, pienso en que tú estabas deseando marcharte; pienso en que estás haciendo otra vida nueva, lejos de donde yo estoy haciendo también la mía, a ... kilómetros exactamente. Lejos de donde una vez construímos una vida juntos. Lejos de donde se esconden todos nuestros recuerdos, todos los rincones que recorrimos y todos los besos que nos dimos.
Llegados a este punto, es cuando pienso que ya he hecho lo más difícil: asumir que una etapa maravillosa de mi vida acabó para dar paso a otra, más o menos maravillosa, pero sin ti. No quiero volver atrás. Serás parte de mis recuerdos siempre, y prometo guardarte un rincón en alguna zona de mi cuerpo solo para ti. Para nadie más.
Te pido que no vuelvas a invadir mi mente y, que si decides hacerlo, no vuelva a ser la noche antes de un exámen. Te he regalado demasiadas, es hora de intentar tener un futuro. Un futuro diferente al que quería tener contigo, pero un futuro. Ya me costaste demasiadas cosas en su día, no me hagas esto ahora, aunque tú ni siquiera sepas que me estás jodiendo de la peor forma que lo has hecho nunca.
Si no te hubieras ido sería tan feliz...